Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


100307
Legislatura: 1893
Sesión: 28 de Mayo de 1894
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 132, 2541-2542
Tema: Aranceles de aduanas

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Romero Girón): La Tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): No tengo noticia de que el Sr. Ministro de Hacienda haya ido al Congreso para contestar a ninguna pregunta parecida a las formuladas por el señor García Barzanallana.

El Sr. Ministro de Hacienda sigue enfermo; no sé si está en disposición de asistir a las Cámaras, pero esta mañana temprano creía no poder hacerlo. (El señor García Barzanallana: Me he referido a lo que han dicho los periódicos porque ya he manifestado que ni tengo noticia oficial, ni creo que haya venido a esta Cámara.) Pero aparte de eso, aun cuando el Sr. Ministro de Hacienda hubiese ido a la otra Cámara, debo advertir al Sr. García Barzanallana que preguntas parecidas, y aun indicaciones semejantes a las hechas por S. S., se han formulado en el Congreso hace días; de manera que, sin desconsideración alguna ni para el Sr. Barzanallana ni para el Senado, podrá haber ido al Congreso el Sr. Ministro de Hacienda, porque, en mi opinión, antes de que el Sr. Barzanallana formulara sus preguntas, se habían hecho en el Congreso indicaciones sobre esta misma materia, si no recuerdo mal, por el Sr. Navarro Reverter.

Pero en fin, que el Sr. Ministro de Hacienda vaya al Congreso o venga al Senado, me parece que no es causa para que el Sr. García Barzanallana se considere como desairado. Nada más lejos del ánimo del Gobierno y del Sr. Ministro de Hacienda que desconsiderar en lo más mínimo al Sr. García Barzanallana, que merece toda clase de respetos y consideraciones. (El Sr. García Barzanallana: Se lo agradezco mucho a S. S.) Por lo demás, yo le diré al Sr. García Barzanallana que el Consejo de Ministros que se reunió ayer no pudo tratar de este asunto, precisamente por la falta del Sr. Ministro de Hacienda, que había de ser el ponente, pero no debe tener mucha prisa el Sr. García Barzanallana en esto, porque, después de todo, resulta, como S. S. sabe, porque es muy entendido en estas materias, que lo que es la tarifa máxima que hemos aplicado desde luego a Alemania en correspondencia a su tarifa autónoma, no me parece a mí que da lugar a muchas ventajas para aquel país, del cual podrán venir muy pocos productos. (El Sr. García Barzanallana: No lo discuto en este momento.) Pues es bueno discutirlo. (El Sr. García Barzanallana: No son a propósito las circunstancias para esa discusión.) Pero como S. S. ha hablado de eso, tengo que hacer alguna indicación, si me lo permite S. S. porque si no, no; pues ya estoy resuelto a pasar por todo. (Risas.-El Sr. Marqués de Mochales: Pido la palabra.) No sabía que S. S. se llamase Todo, para darse por aludido. (El Sr. Marqués de Mochales: Voy a demostrar a S. S. que está equivocado en cuanto al modo de apreciar la tarifa máxima alemana y la española.) Porque el Sr. Barzanallana sabe (no sé si lo sabrá también el Sr. Mochales) que nuestra tarifa máxima es muy superior a la autónoma alemana y que allí no hay más que una tarifa, que es la autónoma, porque la tarifa máxima se desprende de la autónoma recargándola en un 50 por 100, y no han querido (y han hecho bien, porque era de todo punto innecesario) establecer esta segunda tarifa máxima que está expresada en la tarifa autónoma sin más que recargar el 50 por 100. (El Sr. Duque de Tetuán: Es completamente lo contrario a lo exacto.) Ya se lo demostraré a S. S. (El Sr. Duque de Tetuán: Yo también me encargaré de demostrarle a S. S: lo que acabo de expresar.) Por consiguiente, no hay gran prisa porque el Gobierno alemán haya creído que debía corresponder a nuestra tarifa máxima con recargar en un 50 por 100. Parece algo de puerilidad y de lucha, y yo no quiero luchar ni con Alemania ni con ningún país, pues lo que deseo es la reciprocidad.

En tal concepto, yo digo a S. S. que no está mal establecida la reciprocidad con nuestra tarifa máxima, respondiendo a la autónoma de Alemania con el 50 por 100. (El Sr. Duque de Tetuán: Falta en absoluto la reciprocidad.) Después de todo, para examinar esta cuestión de reciprocidad es para lo que el Go- [2541] bierno quería ocuparse de ese asunto en el Consejo de ayer; pero como, repito, no hay prisa, lo hemos dejado para otro Consejo de Ministros.

Yo siento que el Sr. Barzanallana haya sospechado siquiera que por parte del Gobierno pueda haber hacia S. S. falta de consideración. Tengo una queja de S. S., pero desconsideración respecto de S. S:, no hay por qué tenerla, porque siempre que he podido he manifestado al Sr. Barzanallana mi consideración más respetuosa. Ahora bien; queja, repito que la tengo y grande de S. S. (El Sr. García Barzanallana: Esa es cuestión personal de Barzanallana a Sagasta.) Sea personal, sea lo que quiera, la tengo como Gobierno al Senador Barzanallana, presidente de la Comisión de los tratados; y esta queja la expondré aquí algún día, diré las razones en que me fundo para abrigar esta queja, y entonces verá S. S., verá el Senado y verá el país cuán fundada es. No tengo más que decir.



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL